Situada en el corazón de la comarca del Noroeste, el municipio de Cehegín, con sus fértiles y extensas tierras, ha sido el lugar elegido por diferentes culturas para ser morada de sus pobladores desde los tiempos más remotos. Los restos de otras culturas se remontan a la Prehistoria, a sus pinturas rupestres.
Sin embargo, íberos, romanos, visigodos, árabes y cristianos también dejaron sus propios testimonios en su travesía por la Historia de la ciudad de Cehegín. El paso de estas civilizaciones ha ido dejando huella en esta tierra, lo que ha hecho posible que, con el transcurrir de los siglos, se cuente en la actualidad con un patrimonio muy rico en sus diferentes manifestaciones. Tanto es así que en 1982 el casco antiguo de Cehegín fue declarado Conjunto Histórico por el Ministerio de Cultura.
Prehistoria
El primer asentamiento de Cehegín
En el frente más escarpado de la Peña Rubia de Cehegín, un gran macizo de tierra caliza al Suroeste de la ciudad, se sitúan las cuevas con pinturas rupestres y yacimientos con una antigüedad de 4.400 años. En ellas existen restos de diferentes culturas, que arrancan en el Eneolítico. Las pinturas rupestres fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 1998, junto con las del resto de la Región de Murcia y del arco levantino de la Península Ibérica.
Otras culturas y la aparición de Begastri
Además de las pinturas rupestres eneolíticas, el municipio de Cehegín también cuenta con vestigios de culturas posteriores que decidieron asentarse en sus fértiles suelos. En la misma Peña Rubia se han encontrado enterramientos colectivos pertenecientes al periodo Calcolítico. También se han hallado poblados argáricos del Bronce Final en la Sierra de la Puerta o en el Cabezo del Trigo. Sin embargo, fue en época íbera cuando surgió una de las principales concentraciones urbanas del mundo clásico en la comarca, Begastri. Los restos de cerámica íbera encontrados atestiguan su origen en los tiempos de esta cultura.