Hace medio siglo que Luis Martínez Gironés ‘El Sacristán’ iniciara el reparto de un chusco y una jícara de chocolate a los asistentes a la misa del Día de la Purísima.
Un año más, la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena ha acogido este emotivo acto en recuerdo a una gran persona como fue Luis, y en honor a la Virgen de la Purísima.