El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García

El arte flamenco se puso una vez más de manifiesto de la mano de la cantaora Victoria Cava. La ceheginera rindió homenaje en el Palacio Pedreño de Cartagena a Pastora Pavón, más conocida como la niña de los Peines, acompañada de la bailaora Nadia Márquez que con su cuerpo emulo los movimientos de otra gran Pastora, apellidada Imperio.

Este evento tuvo lugar el día 15 de octubre de 2008 durante la Semana Grande de Caja Murcia y fue llevado a cabo por la flamencóloga y Doctora en Filología Románica, Génesis García que fue la encargada de abrir el acto con una breve biografía de las dos Pastoras. A continuación se dio paso al cuadro flamenco compuesto por las dos artistas junto a las guitarras del maestro Antonio Piñana y su alumno David Hernández, y el conocido Miguel Ángel Orengo a la percusión.

Comenzó la actuación con una Bambera a la que le siguió un variado repertorio compuesto por una Guajira, un Garrotín, una Rumba, unos Tientos-Tangos, la Bulería del 'Cielito Lindo' de Pastora y una Soleá por Bulerías que Victoria supo cuidar en todo momento con sus dulces y flamencos melismas cargados de fuerza y personalidad. Se trató de una actuación breve y concentrada, pasando por palos que actualmente se encuentran un poco más en desuso.

Desde el primer momento, los artistas consiguieron transmitir a los allí presentes un sentimiento puro y único, propio del que hubieran desprendido las mismísimas Pastoras, lo que provocó que el público se deshicieran en halagos hacia la cantaora. 'Me encanta el flamenco, pero solo tú has conseguido que se me salten las lágrimas' confesaba una emocionada espectadora a la ceheginera después de su actuación, seguida de una niña de apenas seis años, que con un desparpajo impropio para esa edad también la felicitó: 'Me has encantado, yo iré a verte cada vez que cantes porque me has emocionado y me has puesto los pelos de punta' convirtiéndose en una de las más graciosas anécdotas de la noche.

Sin duda Victoria no deja indiferente a nadie, son muchos los expertos del arte flamenco que afirman que posee unos acordes vocales similares a los de la Niña de los Peines; esto, a la joven le llena de orgullo ya que Pastora Pavón ha sido 'la fuente de la que he bebido en mi aprendizaje del cante flamenco desde niña'. Aunque también afirman que la cantaora ceheginera presenta una voz propia y personal, limpia, candida y a su vez potente y flamenca.

La propia Génesis García, al terminar el acto y comprobar la fuerza que desprende Victoria en el escenario afirmaba de ella: 'Victoria está en camino de ser una de las grandes ya que posee dos cualidades esenciales, afición y conocimiento'. Además confesó que la cantaora fue la encargada de encajar unos números con otros, es decir, la solución técnica y musical corrió de su cuenta.

Su maestro, Antonio Piñana, es una de las personas que más la conoce y por ello no duda en augurarle un esperanzador futuro en el mundo flamenco: 'Me congratulo y me honro de ser su maestro ya que Victoria posee una inteligencia natural que le permite agarrar las cosas al vuelo, yo no he visto otra cosa igual'.

Sin lugar a dudas, este Homenaje a dos Pastoras brilló por la compenetración entre los componentes del cuadro flamenco y por la cercanía hacia su público ya que las dimensiones de la sala eran reducidas y permitía a los espectadores estar más cerca que nunca de dos faraonas del arte flamenco en el cuerpo y la voz de dos murcianas que se alejan poco a poco de ser calificadas como promesas para convertirse en artistas de mérito reconocido.

Fue una noche mágica y una plena satisfacción para los cartageneros disfrutar con una voz, la de Victoria Cava que también suena, como ya dijo García Lorca refiriéndose a Pastora Pavón, a 'estaño fundido'. Las comparaciones no siempre son odiosas y menos aun si se trata de la mejor cantaora de la historia cuyos registros sonoros han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Es todo un orgullo que una representante de nuestra región, como lo es la cantaora ceheginera Victoria Cava, esté consiguiendo tantos honores, merecidos por su constante trabajo y por su gran fuerza en los escenarios que queda demostrada allá donde va.

Por María José Moreno García