Sensacional tarde de toros en Cehegín. Los toreros solidarios volvieron a demostrar que el Festival Benéfico a favor de la Lucha Contra el Cáncer es algo más que saltar al ruedo a pasar un rato entre amigos. Si el nivel subió el pasado año, éste ha vuelto a poner un poquito más alto el listón.

Ante cerca de 2.000 personas, los toreros Ramón Mata, Segio Ortega 'El Toneja', Sergio López 'El Niño del Hotelito', Alonso Sánchez 'Dominguín', Pedro Moreno 'El Zapatando', Rubén Hidalgo y Antonio Puerta 'El Filomeno' hicieron las delicias de un público entregado con ellos y con la causa.

Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

Una tarde inolvidable, que habrá que repetir el próximo año.

Sensacional tarde de toros en Cehegín. Los toreros solidarios volvieron a demostrar que el Festival Benéfico a favor de la Lucha Contra el Cáncer es algo más que saltar al ruedo a pasar un rato entre amigos. Si el nivel subió el pasado año, éste ha vuelto a poner un poquito más alto el listón.

Ante cerca de 2.000 personas, los toreros Ramón Mata, Segio Ortega 'El Toneja', Sergio López 'El Niño del Hotelito', Alonso Sánchez 'Dominguín', Pedro Moreno 'El Zapatando', Rubén Hidalgo y Antonio Puerta 'El Filomeno' hicieron las delicias de un público entregado con ellos y con la causa.

Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

Una tarde inolvidable, que habrá que repetir el próximo año.

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Ante cerca de 2.000 personas, los toreros Ramón Mata, Segio Ortega 'El Toneja', Sergio López 'El Niño del Hotelito', Alonso Sánchez 'Dominguín', Pedro Moreno 'El Zapatando', Rubén Hidalgo y Antonio Puerta 'El Filomeno' hicieron las delicias de un público entregado con ellos y con la causa.

Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

Una tarde inolvidable, que habrá que repetir el próximo año.

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Ante cerca de 2.000 personas, los toreros Ramón Mata, Segio Ortega 'El Toneja', Sergio López 'El Niño del Hotelito', Alonso Sánchez 'Dominguín', Pedro Moreno 'El Zapatando', Rubén Hidalgo y Antonio Puerta 'El Filomeno' hicieron las delicias de un público entregado con ellos y con la causa.

Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

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Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

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Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

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Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

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Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

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Ramón Mata sorprendió a los asistentes con efectivos pares de banderrillas a lomo de su ya importante cuadra de caballos. 'El Toneja', con un astado que embestía mal por el pitón izquierdo, volvió a derrochar chulería con sus descarados adornos y desplantes (todo un figurón). 'El Niño del Hotelito', que recibió a su 'burraco' de rodillas con una larga cambiada, estuvo sensacional, dejando naturales de cartel de toros. A 'Dominguín' le tocó el becerro con menos casta del Madroñiz, el cual no le dejó hacer demasiado, aunque no se vino a bajo y le sacó más de lo que tenía al animal. 'El Zapatando' dejó muda la plaza. Con una tranquilidad que se le desconocía, veroniqueó a su becerro y le sacó numerosas tandas de muletazos por ambos pitones, cuajando una actuación impropia de un aficionado. Rubén Hidalgo salió al ruedo a dejarse la piel, con una faena de capote con más empaque que la de muleta, ya que su novillo tampoco le dejó hacer más. Y 'El Filomeno', la sensación de la tarde. Con mucho temple, pensando delante de la cara del novillo, con las ideas muy claras, hizo que el coso ceheginero se rindiera a sus pies. Acertó en su faena y demostró grandes facultades para el toreo.

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