El alcalde de Cehegín, José Rafael Rocamora, y su homólogo de Mataró, David Bote, han reinaugurado el monumento conmemorativo del Hermanamiento entre ambas localidades, rubricado en septiembre de 1993.
Con motivo del vigésimo quinto aniversario de aquella firma, una delegación mataronense ha visitado Cehegín. Además del primer edil de Mataró, Rocamora ha recibido oficialmente en el Ayuntamiento al presidente de la Asociación Cultural Virgen de las Maravillas de la mencionada población catalana, Domingo de la Ossa.
En el Salón de Plenos, ambas partes de han intercambiado obsequios y los invitados han realizado la firma protocolaria en el libro de visitas.
Posteriormente, en el parque Juan Carlos I, ha tenido lugar un acto en el que se ha conmemorado el aniversario y se ha reinaugurado un monumento conmemorativo de una amistad que ya se prolonga 25 años.
El alcalde local ha expresado su satisfacción por la visita de la delegación mataronense y ha manifestado que Cehegín “siempre estará en gratitud con nuestra ciudad hermana”, recalcando que no debe consentirse “que el paso del tiempo diluya nuestros lazos comunes, por lo que aprovecharemos la visita para alimentar y avivar esos lazos, que más de amistad son de sangre”.
Bote se ha mostrado encantado por conocer en personas “los lugares y rincones de los que tanto me han hablado mis vecinos y que ya tenía ganas de visitar”, mientras que De la Ossa ha pedido a ambos alcaldes que den “continuidad y contenido” al Hermanamiento. También ha intervenido el ex alcalde de Cehegín Pedro Abellán, quien firmó el Hermanamiento hace 25 años.
La relación entre las dos ciudades, aunque se recuperó hace veinticinco años, se remonta a los años sesenta, cuando muchos murcianos emigraron a Cataluña en busca de trabajo y la mayoría de vecinos y vecinas de Cehegín se instalaron a la capital del Maresme. Según cifras publicadas por el Ayuntamiento de Mataró, que tiene una población de unos 126.000 habitantes, la ciudad cuenta con 1.331 de raíz ceheginera y 1.402 nacidos en Cehegín.
Durante este tiempo las dos localidades han alimentado la amistad. Los intercambios que se han llevado a cabo han sido de carácter deportivo, musical, teatral, técnico y religioso. Y fruto de esta relación, Cehegín tiene una avenida dedicada a Mataró y la población catalana tiene una plaza con el nombre de Cehegín, en el barrio de Cerdanyola, donde vivieron a su llegada la mayoría de familias murcianas.