Querido amigo: después de llamarte el otro día, para mostrarte mi solidaridad, llegué a una conclusión, que desearía fuese errónea, según la cual has lanzado un SOS, sin darte cuenta de que en realidad serías incapaz de asimilar la ayuda que se te ofreciese. Piensa una cosa, si te dejas ayudar, tu receptividad servirá a su vez para que terceras personas, que puedan estar sufriendo o hayan sufrido una travesía similar a la que ahora te toca a ti recorrer, puedan asirse a la esperanza de que la tela tejida por los enemigos del diálogo y la transparencia, se desmorone de una vez por todas, y entre todos forjemos un futuro transparente, donde prime la libertad de expresión. No en balde, ese es el espíritu de tu objetivo último, del que tantas veces has hablado en tus escritos,es él el que está en juego. No has matado a nadie, a falta de argumentos, disparan contra ti por ser perspicaz y elocuente, virtudes ambas que no gozan de muy buena reputación en nuestro querido pueblo. Envidio el modo puro y directo con el que manifiestas tu amor por Cehegín, ya quisieran, aquellos que te amordazan, amar una ínfima parte de lo que tu amas a Cehegín.
Juan, pensarás que para tu desgracia ocupas el ojo del huracán en estos momentos en Cehegín; permíteme sugerirte algo, esa condición, en realidad, es tu mejor aliada: tu SOS, en absoluto está pasando desapercibido, ha sido captado nítidamente por todas las personas de buena fe que te rodean, qué gran oportunidad para demostrar, para demostrarnos, que la solidaridad existe. Déjate ayudar, Juan, son muchas las personas que están contigo. Por mi parte, estoy a tu disposición. Recibe un fuerte abrazo solidario.