La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.

La Semana Santa ya ha quedado como un bonito recuerdo en la mente de todos los cehegineros, quienes han podido celebrar este festejo religioso-cultural en un excepcional ambiente.

La lluvia, que muchos años suele hacer 'de las suyas', ha dejado respirar tranquilas a todas las cofradías, sobre todo en Jueves Santo, día en que a punto estuvo de fastidiar la procesión a consecuencia del agua. Aún así, Cehegín ha realizado todos sus desfiles procesionales.

Todo comenzaba el viernes 14 de marzo, con una procesión llevada a cabo por la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, más conocida como 'Los Negros', que daba el pistoletazo de salida de la Semana Santa en la localidad, con la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores, presidiendo el pasacalles. De ahí al Domingo de Ramos, con la bendición y procesión de las palmas, en la que las hermandades de San Juan Evangelista, Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Entrada a Jerusalem portaron entre ramas de olivo y palmas los pasos de San Juan y La Burrica.

La semana comenzaba, en este caso, el martes, con la procesión del Prendimiento, en la que la cofradía de La Pasión de Cristo realizaba un desfile procesional muy colorido. En éste, presidido por el Niño Jesús, Santa María Magdalena y el Beso de Judas, las calles se llenaron de nazarenos, anderos, tambores y cornetas, y militares. La procesión del Silencio, la que tanto esplendor y categoría ha dado a la Semana Santa ceheginera, sigue siendo una de las preferidas por las gentes que vienen de afuera. En ésta se sacaba al Señor en la Cruz, acompañado por los penitentes de la cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y del pueblo en general, con un maravilloso recorrido por el Casco Antiguo.

En Jueves Santo, la ciudad amaneció mirando al cielo, que se despertaba con muchos nubarrones, que fueron aumentando a lo largo que pasaba el día. En esta jornada, en la que el agua hizo acto de presencia, las cofradías tuvieron que aplazar alrededor de una hora la ansiada procesión, rezando al cielo para que respetara este evento. Paró la lluvia y las hermandades de Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista, la Preciosísima Sangre de Cristo, la Virgen del Primer Dolor y Nuestra Señora de los Dolores pudieron portar las andas de la Oración del Huerto, el Cordero Pascual, San Juan Evangelista, el Señor de los Azotes, el Cristo de la Misericordia, la Virgen del Primer Dolor, la Virgen Dolorosa y la Virgen de los Dolores.

Viernes Santo amaneció con un sol radiante y una temperatura perfecta para deleite de todo el mundo. Con sesión doble de mañana y tarde, las cofradías participantes tuvieron que 'ponerse las pilas' para organizar los desfiles de la mejor forma posible. Tras el tradicional encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen de los Dolores se celebró la procesión matutina, en la que participaron las hermandades de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores. Las tallas de la Virgen del Primer Dolor, San Pedro, Nuestro Padre Jesús, el Cristo de la Caída con La Verónica, San Juan, La Dolorosa y la Virgen de los Dolores recorrieron las calles de la localidad, desde la Plaza del Mesoncico, pasando por la Cuesta Moreno, La Tercia, Carretera de Murcia y Cuesta del Parador, entre otras, hasta llegar a La Magdalena, lugar en el que nazarenos y anderos se despedían hasta la noche. Pero la mañana no acabó ahí. La puerta del Casino acogió la peculiar interpretación de pasodobles, que congregó a cientos de personas en la calle Mayor.

Sobre las ocho de la tarde ya estaban todos los miembros de las cofradías preparándose en la Iglesia de la Soledad, desde donde partiría la procesión de por la noche. Las cofradías de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Virgen del Primer Dolor, la Preciosísima Sangre de Cristo, las Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de los Dolores llegaban hasta la Iglesia Mayor de Santa María Magdalena, acompañando a los pasos del Calvario, la Virgen del Primer Dolor, el Descendimiento de Cristo (una de las tallas más pesadas), la Virgen de las Angustias (imagen de la Semana Santa de Cehegín), San Pedro, el Santo Sepulcro, la Virgen de la Amargura, San Juan Evangelista, la Cruz Vacía y la Virgen de los Dolores.

Así se llegaba al Domingo de Pascua, ese día en que Cristo resucita y sale a las calles para dar fe del milagro. Los miembros de la Junta Central de Cofradías, las autoridades civiles y eclesiásticas y los estandartes representativos de todas las cofradías despedían en esta procesión, en la que salían los pasos de la Cruz Triunfante con San Miguel Arcángel, San Juan y el Cristo Resucitado, estos días 'blancos', estos días que los cehegineros no cambiarían por nada del mundo.