Esta ha sido la última temporada de Sergio Fernández al frente del primer equipo del C.B. Begastri. Su trayectoria deportiva como entrenador comenzó en la temporada 2000/01, temporada de fundación del club. Tanto él como el Begastri han crecido juntos deportivamente hasta llegar a jugar en liga EBA en cuatro ocasiones. Tras 18 temporadas como entrenador en el C.B. Begastri, 11 como entrenador del primer equipo, esta temporada dice adiós al banquillo del equipo. Hemos hablado con él para repasar su carrera hasta el momento y esto es lo que nos ha dicho.
ceheginet: ¿Cómo ha sido tu última temporada al frente del C.B. Innova Begastri?
Sergio Fernández: La temporada que acaba de terminar ha tenido para mi muchas sensaciones contrapuestas. Por un lado, el año en cuanto a resultados se refiere ha sido tremendamente duro. El equipo se hizo en función de nuestro presupuesto y nos hemos tirado todo el año compitiendo contra equipos que multiplicaban por mucho lo invertido, eso hacía que cada semana yo tuviera que convencer a mis jugadores de que podíamos hincarle el diente al rival, y cada partido, cuando nos ponía en nuestro sitio, suponía un auténtico bajón anímico para el equipo, y me tocaba tratar de levantarnos y de volver a creer para estar a tope de confianza en el siguiente. Esto ha supuesto un desgaste de energía bastante grande para mí, aunque por suerte he tenido unos jugadores increíbles que se dejaban convencer y se dejaban ilusionar y trabajaban de verdad para volver a levantarse.
Por otro lado yo soy perfectamente consciente de los esfuerzos que supone para nuestro modesto club disputar la liga EBA, y he sido capaz de tener la visión externa para saber disfrutar de esta competición que es mucho más bonita que la 1ª División Nacional, porque el nivel de juego es mucho mayor, la calidad y los físicos de los jugadores suponen un salto grandísimo y para un amante del baloncesto como yo, vivir todo esto en primera persona, jugar en grandes pabellones, hacerlo ante rivales de ese nivel, ante equipos con 7 u 8 americanos, es algo que, pese a salir derrotado tantas veces, he sabido apreciar.
ceheginet: 11 temporadas entrenando al primer equipo, 18 temporadas en los banquillos del Begastri, toda una vida ligada a este club… ¿Cómo resumirías todo este tiempo?
S.F.: No es fácil resumir 18 años de una vida dedicada a este club. Al principio era un chaval que me sentía más jugador que otra cosa y que comencé a entrenar por amor a los chavales pequeños. Siempre me ha gustado estar con chicos pequeños, y aunque yo por entonces era un desastre como entrenador, creamos grandes dinámicas y ayudé a formar a muchas de las personas que hoy son parte de nuestro pueblo, de nuestra sociedad. Poco a poco fui mejorando como entrenador y llegó un momento que me sentí más entrenador que jugador, y que me sentí preparado para el reto de entrenar a chavales de edad senior, y conseguí que el club creyese en mí y me permitiesen entrenar al primer equipo del club. Estos 11 años han sido un honor para mí. Yo pasé directamente de no haber entrenado nunca a un equipo senior a hacerlo a nivel nacional en 1ª División, y os aseguro que no es un paso sencillo. De tener autoridad moral aunque solo fuera por la diferencia de edad con los jugadores a los que entrenaba a hacerlo ante personas que unos meses antes eran mis compañeros de equipo y algunos de ellos mayores que yo.
El primer año estuvimos a punto de descender de nacional, de hecho, deportivamente descendimos, pero como faltaban equipos en la categoría no se ejecutó el descenso deportivo a ninguno de los equipos que perdimos la categoría. El club siguió confiando en mí y comprendió que aquel primer año había estado plagado de bastantes situaciones inesperadas que habían influido mucho en la dinámica del equipo. Después de aquella temporada, en las diez restantes, creo que el curriculum ha estado bastante bien. En seis de esas 10 temporadas hemos competido en 1ª Nacional, y han sido 4 ascensos a liga EBA al proclamarnos campeones de la categoría y en las otras dos temporadas que no lo conseguimos llegamos a disputar la final four. Nadie en la región tiene en su historial 4 ascensos de nacional a liga EBA, es algo bastante impensable de conseguir y menos aún con un club con un potencial económico tan limitado y tan lejos de la capital de la región, que es donde se mueven los mejores jugadores. Los 4 años en EBA también puedo saldarlos con buena nota, ya que hemos llegado a competir por los play off de ascenso a Leb Plata y tan solo esta temporada que acaba de terminar ha supuesto un descenso deportivo.
ceheginet: ¿Cuál ha sido el mejor momento que has vivido como entrenador del primer equipo?
S.F.: La verdad es que no es sencillo quedarse con uno simplemente. Cada vez que un jugador que ha llegado a mis manos da un paso adelante es muy satisfactorio para mí. Ha habido grandes victorias en canchas muy emblemáticas que las he disfrutado una barbaridad, por inesperadas o por meritorias. Hubo una sensación de alegría inmensa en cada ascenso de categoría y recuerdo también el tercer año en EBA cuando conseguimos salvar la categoría en la última jornada. Pero puestos a quedarme solo con un momento elijo el primer ascenso a liga EBA por varios motivos, porque era impensable, porque fue el más duro de conseguir de todos, porque lo conseguimos en una fase final que se celebró en Cehegín en Mayo de 2009 con nuestro pabellón lleno a reventar los tres días que duró la fase, y porque es el que abrió camino y me dejo claro a mí mismo que podía y tenía la capacidad de conseguir gestas como esta.
ceheginet: ¿Y el peor?
S.F.: El peor momento lo viví sin duda en la primera semana de mi carrera como entrenador del primer equipo. Comenzamos la pretemporada de mi primer año el 27 de Agosto de 2007 y unos días más tarde el que había sido mi jugador en la categoría junior el año anterior y ese año iba a estar a caballo entre el primer y el segundo equipo, David Giménez, muere en un accidente laboral trabajando en la fábrica de La Verja. No hay nada más devastador que eso. Perdí un jugador y un amigo, de una manera dura e injusta, y sin duda alguna nunca he vivido nada igual.
Esta temporada como bien sabéis también vivimos una experiencia durísima cuando mi jugador Rafa Jordá se desploma en mitad de la pista y sufre varias paradas cardíacas. Fue un rato angustioso donde nos temimos lo peor y espero que nadie sufra jamás la sensación de vacío y de impotencia que yo sufrí ese día, pero por suerte todo terminó bien y Rafa está hoy día con nosotros disfrutando de su vida.
Creo que habiendo vivido estos dos episodios no cabe que piense en malos momentos deportivos, porque carecen de importancia cuando aprendes a relativizar todo lo que somos y nos rodea.
ceheginet: Has entrenado a muchos jugadores en EBA y en primera división nacional. ¿Qué te han aportado como entrenador?
S.F. Por mi equipo han pasado jugadores increíbles. Jugadores muy hechos que traían un gran pasado en categorías superiores, jugadores con mucha proyección que hoy día disputan las ligas profesionales o que están asentados en liga EBA, y también jugadores más humildes, con menos pasado o menos futuro pero con una gran capacidad de trabajo, de esfuerzo y de hacer unión y buena sintonía. He aprendido de todos y cada uno, porque yo nunca he tenido la oportunidad de salir afuera y aprender del trabajo de alguien, me he tenido que hacer a mí mismo, y mis oportunidades para mejorar eran limitadas. Y una de las mejores que se me abrieron fue aprender de mis propios jugadores, de sus experiencias anteriores y de las que nos fuimos labrando durante el transcurrir de los años que compartimos.
Cada año que pasaba yo tenía más experiencia y más confianza en mi método, en mi forma de dirigir los partidos, en mi forma de llevar la dinámica con los jugadores, en mi forma de asignarles roles y de hacerles crecer durante el año, y también en mi forma de ayudarles como personas en su camino de crecimiento interior.
En los primeros veranos yo llamaba a cualquier jugador para proponerle fichar por mi equipo y poco más que me trataba de loco, con mucha educación eso sí, pero me venían a decir que por qué motivo les estaba pidiendo que se desplazasen 70 kilómetros para jugar a mis órdenes. Era comprensible, recuerdo tocar a más de 40 jugadores en un verano para conseguir fichar a 3 o 4.
Eso durante los años ha ido dándose la vuelta. Cada jugador que trabajó conmigo progresó, como persona y como jugador, las temporadas terminaron con éxitos la mayoría de los años y eso fue haciendo crecer el boca a boca. Begastri se convirtió en un buen sitio donde un joven con progresión podía venir a comenzar, porque aquí se les dejaba crecer y equivocarse, se les ayudaba a formarse y encima siempre fui muy selecto al elegir a los jugadores, era imprescindible que fueran buenas personas antes que buenos jugadores, y eso fue creando un poso de temporadas donde se formaban auténticas plantillas que terminaban sintiéndose como una familia.
Esta pasada temporada, cuando en la liga EBA donde hemos competido, todos los jugadores de los demás equipos cobran un dinero mensual por jugar, unos más y otros menos, pero todos cobran, yo he tenido a 12 jugadores, 9 de los cuales se desplazaban desde Murcia, Jumilla, Santomera o Torrevieja a entrenar a Calasparra, que es donde hemos competido este año, y no solo no se les pagaba ni un euro, sino que cada uno pagaba 300€ por jugar.
Ese es el gran mérito de estos 11 años para mi, que yo en verano les llamaba y les decía que si querían jugar en mi equipo les costaba pagar esa cuota y hacerse esa cantidad de kilómetros tres días a la semana, y que ellos lo veían como una gran idea, una gran oportunidad y cuando hecho la vista atrás y recuerdo los primeros veranos veo que el camino que he andado, yo como entrenador y el club a mi lado ha sido muy grande y ha cambiado la forma de pensar de muchas personas.
ceheginet: Cuando empezaste en los banquillos, ¿imaginaste que tu trayectoria en el Begastri sería así?
S.F. Yo no soy de hacer una cosa y pasar a otra, soy más bien estilo martillo pilón. Por eso cuando cogí el equipo sabía que a mí me gustaba entrenar y que entrenar y estar con chavales era y es algo que voy a seguir haciendo. Lógicamente todo era una incógnita para mí, si sabría hacerlo, si tendría suerte, si mejoraría. No veía mucho más allá porque siempre he vivido mucho el momento presente, no me podía imaginar un camino tan largo y tan bonito como el que he andado la verdad.
La valoración personal que me llevo de este tiempo es que me siento una persona muy querida y valorada por muchas de las personas que en este tiempo se cruzaron conmigo, tanto de Cehegín como de fuera, y eso es muy bonito sentirlo.
ceheginet: Y por último, ¿cuáles son tus planes para el futuro?
S.F.: Mis planes para el futuro son seguir entrenando. Yo acabo de renunciar a un puesto de entrenador muy codiciado en la región, en una categoría muy alta donde se juega un baloncesto de alto nivel, en un club que es mi casa donde se me permite hacer las cosas como yo quiero, fichar a quien yo quiero y manejar el equipo como yo considero que es mejor. Acabo de renunciar después de, como ya he explicado antes, un camino muy largo y duro para transformar este club de algo alejado y repudiado para los jugadores de más calidad de la región en algo atractivo e interesante para ellos. Y no lo he hecho porque esté loco o porque me quiera retirar o porque esté cansado o haya discutido con la gente del club.
Lo he hecho porque creo que debo salir de mi zona de confort.
Uno no debe eternizarse en un puesto, ni debe ser conformista, ni debe buscar siempre estar en la parte buena donde todo te viene de cara. Lo que he hecho ha sido ponerme en el mercado, declararme fichable, y esperar tranquilamente. Y no lo hago porque necesite demostrarme algo, ni porque ansíe fichar en ligas superiores ni cosas así, sino porque estoy buscando crecer.
Puede que no reciba ninguna oferta de trabajo, o que las que reciba no sean lo suficientemente atractivas como para aceptarlas. Puede que me lleguen las dudas sobre lo acertado de mi decisión, porque eso forma parte del proceso. Pero creo que después de todo eso, de la paciencia y de cuestionártelo todo puede estar el camino que a mí me toca seguir andando en este mundo del baloncesto.
Mientras tanto, o complementando a lo que me pueda llegar, tengo pensado comenzar a trabajar con chavales de 6 y 7 años del club, porque es la edad de inicio de la formación y en ese grupo de chavales del club se encuentran mis hijos, y es también una idea atractiva para mí volver a mis inicios, coger un grupito de chicos y avanzar con ellos.